Cheney Moore es un modesto detective de Los Ángeles que sobrevive
investigando adulterios, fraudes o desapariciones hasta que un mediodía de
febrero de 1984 recibe un encargo que pinta mal. Un hombre, que se presenta como el taxista
que lleva a los presos liberados de la cárcel federal de Santa Teresa, le pide
que investigue el asesinato de uno de sus pasajeros; Ralph Sanders, un
atracador que cumplió cuatro años de condena por el robo al banco en el que
trabajaba y cuyo botín nunca fue encontrado.
Moore, que no disfruta de una economía solvente, acepta el caso enseguida.
Ni que decir tiene que la posibilidad de encontrar y quedarse el dinero del
atraco le atrae, pero es que además, las heridas del cadáver de Sanders
recuerdan el modus operandi de un asesino en serie que hacía más de siete años
que no actuaba en California; el llamado asesino del acantilado.
Así empezamos, con el foco dirigido hacia Moore y sus pesquisas. El
investigador, aunque no parece un hombre de acción, es un tipo listo que sabe
cómo tocar las teclas adecuadas para ir avanzando en su investigación mientras
se mete en líos con la policía de Los Ángeles. Es en esa ciudad de la costa
oeste de los estados unidos, entre 1977 y 1984, donde transcurre la acción, y
es con ese ambiente como Manzanera rinde homenaje a los grandes escritores
estadounidenses de la literatura negra del siglo XX, especialmente a su
admirado Ross MacDonald, y es que no es casualidad que la prisión federal de
Oldstock esté ubicada en la inexistente Santa Teresa, un pueblo a 150 km al
norte de Los Ángeles, donde tiene su sede el famoso detective de Ross
MacDonald; Lew Archer.
Hasta aquí la novela está bien, te vas metiendo en la atmósfera de la
ciudad de Los Ángeles, disfrutas del ritmo acelerado de la narración, vas
empatizando con Moore y con sus técnicas, y de golpe y porrazo… oh, ¡sorpresa!
El foco, que estaba puesto sobre el investigador se aleja y con ello se te
abren nuevas perspectivas. Es entonces cuando te das cuenta de que la cosa no
va a ser tan fácil, que no estás ante la típica novela de introducción, nudo y
desenlace sino que tienes entre manos una pequeña maravilla que te va a exigir
más.
Comentarios
Publicar un comentario